Se recomienda llevar equipo de emergencia, incluyendo cadenas para nieve, raspador para vidrios, luces de bengala, una pequeña pala, cables puente y una pequeña bolsa de arena o sal.
Pida en un técnico experto, le recomendamos un técnico autorizado Mazda que verifiquen lo siguiente:
Verifique que la relación de anticongelante en el radiador sea correcta.
Consulte la sección Refrigerante del motor (Buscar).
Inspeccione la batería y sus cables. El frío reduce la capacidad de la batería.
Use un aceite de motor adecuado para las temperaturas ambientes más bajas en las que se conducirá el vehículo (Buscar).
Inspeccione el sistema de encendido por daños y conexiones flojas.
Use el líquido de lavador con anticongelante―pero no use anticongelante de radiador como líquido de lavador (Buscar).
No use el freno de mano con temperaturas de congelamiento ya que se podría congelar. En cambio, mueva la palanca selectora a P en la transmisión automática y a 1 o R en la transmisión manual. Bloquee las ruedas traseras.
Elimine la nieve antes de conducir. La nieve que queda en el parabrisas es peligrosa pues puede obstruir la visión. Además, si se conduce el vehículo con nieve acumulada en el capó, el sistema de capó activo podría no activarse normalmente en una emergencia.
No abra o cierre la capota cuando la temperatura es 5 °C o menos. El material de la capota se podría dañar al congelarse.
No aplique demasiada fuerza a un rapador para vidrios al retirar el hielo o nieve congelada del espejo y el parabrisas.
Nunca use agua tibia o caliente para limpiar la nieve o hielo de las ventanillas y espejos pues puede hacer que se raje un vidrio.
Conduzca lentamente. El funcionamiento de los frenos se puede ver afectado si se adhiere nieve o hielo a los componentes de los frenos. Si ocurre eso, conduzca lentamente el vehículo, liberando el pedal del acelerador y aplicando ligeramente los frenos varias veces hasta que el rendimiento de los frenos vuelva a la normalidad.